La actividad de ir al baño es un tema muy sensible, por la invasión a la intimidad que significa, sobre todo en adolescentes, al tener que depender de otros, pese a que la intención del cuidador solo sea colaborar y ayudar. Por lo tanto es muy importante que el cuidador entrene al niño desde pequeño a ir al baño, y adaptar la actividad para que sea lo más sencilla posible.
La independencia en esta actividad le ayudará al niño poder asistir a un centro educacional o participar en actividades de juego.
- Averigüe si controla esfínteres o no, y si presenta algún sistema artificial de eliminación de orina o deposiciones.
- Observe si realiza la actividad en forma independiente o lo ayuda otra persona.
- Observe y anote qué es lo que realiza, y cuáles son los movimientos y tareas que más le dificultan y ¿por qué?
Por ejemplo: No logra bajarse los pantalones, porque el sistema de cierre es con botones.
- En el caso que el niño aún no avise, le puede enseñar siguiendo una rutina estructurada:
-Lleve al niño cada cierto tiempo al baño, siéntelo en la taza e ínstelo a que haga.
-Pregúntele cada cierto tiempo si quiere ir al baño y cada vez que el niño responda que si, refuércelo positivamente, de tal forma que se de cuenta que su acción fue correcta.
- Analice si el baño cuenta con adaptaciones o no, y busque las alternativas para facilitar la tarea.
Ejemplo de adaptaciones:
WC: El baño debe presentar una altura tal que permita al niño lograr sentarse en forma cómoda y fácil, para esto debe ser más bajo que para un adulto. Puede colocar adaptaciones accesorias como:
- Barras laterales puestas en forma horizontal a ambos lados de la taza, para apoyarse y hacer la transferencia de la silla a la taza. En lo posible que sean removibles para facilitar aun más la tarea.
- Se puede utilizar un cojín para aumentar la altura de la taza y dar mayor estabilidad al sentarse.
- El papel higiénico debe estar a mano, en caso que el niño no logre sacarlo desde el rollo de papel, se pueden colocar toallas de papel en caja o bien trozos de papel en una cajita para que pueda sacarlas con mayor facilidad.
- Evalúe si el niño conoce las distintas partes del cuerpo y cómo realiza la rutina de baño, sus implementos y funciones. Si es necesario debe realizar un entrenamiento para que conozca las partes del cuerpo, para ello puede recurrir a las siguientes actividades:
- Con un modelo de cuerpo humano, ojalá en tamaño grande, articulado y lo menos caricaturizado posible, enseñe las partes frente a un espejo, comparando con las propias.
- Posteriormente enseñe los implementos y sus funciones, puede utilizar ilustraciones de revistas y objetos reales y hacer la mímica de para que sirve y cómo se emplea.
- Enseñe al niño el orden, primero en una situación ficticia y después en situación real.
- Divida la tarea completa en etapas.
¿Qué deberá aprender primero?
- ¿Conoce las partes del cuerpo humano?
- ¿Conoce los implementos? (Nombre y función)
- ¿En qué orden se realiza la rutina?
- ¿Cómo realizar la transferencia de la silla a la taza del baño?
- ¿Cómo sacar papel higiénico?
-
¿Cómo limpiarse?
-
¿Cómo colocarse la ropa nuevamente?
- En el caso que el compromiso motor sea mayor y utilice pañales, debe intentar enseñar al niño a mudarse a sí mismo.
- Puede emplear un espejo para que el niño vaya siguiendo y observando cómo realiza la actividad.
- En cada actividad debe permitir participación al niño, independiente de que él pueda o no realizarla.
Por ejemplo: Si no se puede transferir de la silla, permita que él se baje los pantalones y la ropa interior. Es importante darle autonomía sobre la actividad, permitiéndole decidir en lo que se pueda, y preguntándole sobre la actividad que realiza.
11. Durante toda la actividad debe contarle qué es lo que se está haciendo.
Por ejemplo: ¡ahora vamos a pasarnos de la silla a la taza!

- Acompañe de frases y gestos de refuerzo.
Por ejemplo: ¡muy bien, lo estás haciendo súper bien!
En caso de que una conducta sea inadecuada, con tono firme comunique la conducta mal hecha, sin gritar ni recriminar o enjuiciar al niño. Siempre debe pedir permiso al niño por tocar su cuerpo para otorgarle mayor autonomía, y para que se dé cuenta de que su cuerpo es distinto al de otra persona.
- Cada etapa que le enseñe al niño debe ser destacada, sin combinarla con otras, de tal forma que se concentre en una sola tarea y la aprenda correctamente, para después pasar a la siguiente etapa. Una vez aprendida esta, podrá enseñar el siguiente paso.